Ya no es necesario tomar en cuenta lo pasado, pues lo que viene de seguro será mucho mejor. Caminaremos, daremos vueltas, saltaremos sin saber de qué altura y al caer aprenderemos que el suelo no es tan malo, al igual que la soledad, al igual que el orgullo.
Resta importancia a las cosas. De vez en cuando existen las prioridades; pero también, de vez en cuando, todo se puede mandar al carajo.
Movimiento constante... Para eso fuimos hechos.
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