Mientras pienso y pienso más me pierdo, pero aún no se vuelve demasiado angustiante. Aún puedo soportarlo.
Estoy en medio de todo y todavía no puedo zafarme de estas cadenas para ver. Ver alrededor de mi cuerpo y darme cuenta de cuan belleza está depositado en algo tan sencillo. No logro entender cuando dejé que estas cadenas me aislaran de la realidad, convocándome a otra, embistiéndome con fuerza hacia el olvido, justo ahí donde yacen mis recuerdos más oscuros. No quiero estar ahí, aquí, allá, en donde sea que estos estén carcomiendo y extinguiendo lo blanco que queda.
No tengo idea de donde apoyare mis rodillas para no caer, para no arrastrarme y humillarme frente al presente. No lo dejaré ganar, soportare esto y sacare mi último aliento para seguir.
Tanto que hacer, tanto que pensar, ya no quiero esto; solo dejarme llevar, sentir y no pensar tanto. Al menos no quiero encerrarme en ellos, ya eso es saco de otro costal y yo ya no estoy para esos viajes de niños, ya no.
Todo es relativo cuando se trata de mí, y no quiero ser inconstante.
A punta de zapatos pero seguiré en mi rumbo, aunque los ángeles lloren y la tierra tiemble, mis ideales no callan y mi cuerpo ya se mueve por inercia.
Energías delimitando mi destino, energías que llegan y se posan para quedarse. Todo se vuelve más claro y de pronto todo explota. Un big bang justo en la puerta de mi conciencia, como queriendo decir algo, un sonido, una pista se hacen ver, pero aun soy demasiado ciego. ¿He de ver? Quizás aun no, me lo dice mi alma pero, siento que debe ser pronto.
Coma mental…
¿Volverá a ser como antes?
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